jueves, 30 de mayo de 2013

Un nuevo Corpus Christi: ¡¡¡GRACIAS!!!

La escuela de la Palabra de Magdalena de hoy, me ha gustado mucho, me ha hecho reflexionar sobre mi actitud en algunos momentos, me ha hecho dar Gracias por lo que se nos ha regalado., por la forma en que se nos ha regalado y me ha dado animo  para seguir caminando.

Este tiempo Ordinario no deja de ser intenso, hemos vivido la Trinidad, y ahora vivimos el Corpus Christi. La Iglesia en este tiempo nos ayuda a entrar en dimensiones de nuestra vida que nos pueden ayudar, una de ella es la Eucaristía. Y se llega a ella poco a poco.
Muchos momentos y decisiones importantes surgen delante de un Sagrario.

El amor se expresa de muchas maneras, a veces con palabras, pero a veces las palabras no son entendidas. A veces los gestos se entienden más que las palabras. Y a veces hay gestos que se entienden mejor con las palabras.
Jesús se expresó mucho y se dio cuenta que no le habían captado, por eso se atreve con gestos a expresar las palabras que les había dicho y no habían entendido. La Eucaristía es el gesto.

¿Qué sentido tiene la institución de la Eucaristía por Jesús?

  • Nosotros en nuestra vida podemos pasar sin muchas cosas. La sociedad de consumo nos hace consumir, lo que necesitamos y lo que no. Nos hace creer que es necesario, pero hay que diferenciar entre lo necesario y lo esencial. Yo necesito el coche para moverme, pero sin él también me podría mover. El coche para mi es necesario, es fantástico pero no es esencial.
¿Qué es lo realmente esencial? ¿Qué es lo que si no tenemos, morimos? El alimento.
Hay personas que lo esencial no lo tienen.
Jesús sabe que sin alimento no se puede vivir. Y no se le ocurre otra cosa que hacerse alimento. La Eucaristía es el alimento. El pan de vida.
Es un alimento que nos da la fuerza, la alegría necesaria para seguir a Jesús. Para nuestra debilidad, para nuestros momentos de cansancio.
  • Otra necesidad para vivir en plenitud es la Amistad. Eclo. 6,14 “El amigo fiel es refugio seguro; quien lo encuentra, encuentra un tesoro.” Nosotros no somos islas. El convivir hace parte de nuestra identidad. El diálogo es algo que nos hace falta para vivir. Ecl. 4,10 “... pero ¡ay del solo!  que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante.” La soledad es mala compañera. Estamos en una sociedad en la que nos comunicamos mucho: whatsapp, twitter, sms, facebook... Pero a la vez nunca nos habíamos encontrado tan solos.  Esto es fruto de mucho sufrimiento: no me entienden, hablo pero no me captan. Podemos estar solos pero no sentirnos solos, y al revés, podemos estar acompañados y sentirnos solos.
    Jesús se ha hecho Presencia, se ha hecho amigo. Amigo que todo lo capta, que todo lo entiende. Presencia en el Sagrario.

Esto es muy importante para entender el Corpus Christi, para celebrarlo diciéndole: Jesús eres el que más ha entendido al hombre. Eres el que más le ha dado al hombre lo que el hombre necesita para vivir. Si quiero un amigo puedo contar contigo.
Estos dos elementos son motivos para dar gracias. Jesús no nos ha dicho no te cansaras, no nos ha dicho todo nos va a ir bien. Nos ha dicho si te cansas te levantaré, cuando te encuentres solo yo te escucharé, cuando necesites apoyo te apoyaré.

El Vaticano II nos deja claro: “Comulgamos la Eucaristía para llegar a ser lo que recibimos”
¿Para qué comulgo?
Para perdonar lo que por mi mismo no llegaría. Para amar donde yo solo no llego. ¿Cuántas veces vamos a comulgar diciendo: Señor yo vengo porque te necesito?
Que bueno que tengamos otro Corpus Christi para dar gracias a Jesús porque se ha quedado en la Eucaristía.

1Cor 11, 23-26 “Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre;  haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí. Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.”

La noche que le traicionaron, no se lo ocurre otra cosa que amar hasta el extremo. Jesús primero hace gesto. Luego nos dice habéis visto lo que he hecho haced lo mismo. Jesús no pide nada que no haya hecho Él primero. Que diferencia de nosotros que primero decimos.
Por eso necesitamos comulgar para poder amar como Jesús, amor eucarístico: amor servicial, amor sin esperar nada a cambio.

Gracias Jesús por esta manera de amar que fascina, por esta creatividad en el amor, porque nos dejas pasar tiempo contigo y así te podemos conocer mejor.




miércoles, 22 de mayo de 2013

Ser personas del Espíritu Santo

Os traigo la escuela de la Palabra que escuchamos esta semana de Magdalena, y un poco de lo que escuché el domingo día de Pentecostés en Verbum Dei, Siete Aguas.

Comenzamos una nueva etapa en la que retomamos a la luz de Pentecostés el tiempo ordinario. El Espíritu Santo nos ayuda a comprender, nos da fuerza para que podamos realizar y para que podamos dar aquello que hemos captado. Vivimos las situaciones con una nueva luz,  a la luz de este nuevo Pentecostés, y no nos olvidamos que en la historia de la iglesia ya han habido otros Pentecostés y que en el futuro también habrán otros nuevos.

Ante Pentecostés nos podemos situar de 3 maneras diferente:

  • Pesimista: Si es verdad hubo un Espíritu Santo, hubo un Pentecostés pero la Iglesia no cambia, pero mi problema sigue estando ... Ante esta manera de estar el Espíritu no puede actuar, porque cuenta con nuestra apertura, cuenta con nosotros.
  • Optimistas: Se lanzan sin contar con las fuerzas y sin la ayuda del Espíritu Santo, en esta manera de estar no se pisa el suelo y acabamos cayendo.
  • El Espíritu Santo nos invita a ser personas reales, situadas, que reconocen sus límites, sus posibilidades, personas que delante de situaciones reales no solo cuentan con sus fuerzas sino que cuentan con el Espíritu Santo.  Y sabemos que a veces el problema se puede solucionar pero también sabemos que a veces el problema no se puede solucionar, pero no estamos solos contamos con el Espíritu Santo incluso ante algo que nos supera.


María le pregunta al Ángel Lc 1,34 “¿Cómo será esto?” y el Ángel le contesta que es cosa del Espíritu Santo, Él le dará la fuerza. A nosotros también se nos invita a ser personas del Espíritu Santo, siempre podemos contar con su fuerza.
Jesús nos dice en Jn 16,12-13 “Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis con ellas por ahora. Cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena; pues no hablará por su cuenta, sino que dirá lo que oye y os anunciará el futuro.” Cuando decimos Ven Espíritu Santo, no es porque no esté sino porque necesitamos su luz, luz para una persona, luz para que una iglesia sea más evangélica, luz ante un problema.
Y una vez que lo hemos invocado tenemos que estar atentos a las situaciones del Espíritu Santo, no podemos pensar que no tenemos fuerzas para lo que nos ha insinuado porque el Señor nos acompaña.
Estamos en la época del Espíritu Santo, la época de la Iglesia, si después de 21 siglos continúa es porque en ella ha habido pequeños Pentecostés, personas del Espíritu Santo. Y  en esta época de la Iglesia el Espíritu Santo nos sigue diciendo algo, nos dice que sus dones son dones y tareas, y nos los da para que nos activemos.
El Señor nos deja el Espíritu Santo a cada uno de nosotros, tenemos que estar atentos porque el Espíritu Santo de la verdad nos guiará. Necesita de nosotros, nuestras manos, nuestros pies, nuestras bocas ... Para ser testimonio de vida. La persona que vive del Espíritu no necesita ningún título, ningún cargo dado por los hombres, ya que el poder nos viene dado de lo alto. El Espíritu Santo nos crea, nos recrea para sacar lo mejor de nosotros mismos.

Acoger por amor para así dar esa luz a los demás, y así otros también propagarán. En Rom 12,2 ”No os acomodéis a este mundo, antes transformaos con una mentalidad nueva, para discernir la voluntad de Dios, lo que es bueno y aceptable y perfecto.”

Si creo en Dios => Oro.
Si oro => Avivo el Espíritu.
Si Avivo el Espíritu => Discierno, trasmito luz, alegría, los frutos del Espíritu.
El Espíritu Santo nos conduce a la Paz, con el Espíritu hacemos distancia en medio del ruido.
Seamos personas del Espíritu Santo, personas que saben que son guiadas.


Canción: Ven Espíritu de Dios sobre mí. De Kairoi.

martes, 14 de mayo de 2013

Orar la Ascensión

Antes, en la fiesta de la Ascensión se solía apagar el Cirio Pascual, que está encendido desde La Vigilia Pascual, porque la fiesta  de la Ascensión significa que Cristo ya no está, es decir, está pero de una manera diferente.
Lucas que es el autor del 3er. Evangelio y también ha escrito los Hechos de los Apóstoles coloca la Ascensión al final del Evangelio y también al principio de los Hechos de los Apóstoles. En medio de un antes y un después. Antes es el tiempo de Jesús. Después es el tiempo de la Iglesia.
Por eso durante la Pascua leemos los Hechos de los Apóstoles, porque es una referencia de la Iglesia.
La dificultad de entender esta fiesta es el lenguaje, cuando leemos que Jesús subió a los cielos, no significa que subió físicamente. Los cielos no es un lugar es una manera de estar. Dios no está en el cielo, Dios es el cielo.
 


·       Lc 24, 51 “Y mientras los bendecía, se separó de ellos, y fue llevado al cielo” La iglesia nos hace una invitación a avivar nuestra fe. A aprender a vivir sin la presencia física de Jesús => Ascensión. Yo estoy con vosotros de una manera diferente. A aprender a avivar la fe para descubrir a Dios en el mundo. ¿Dónde está Dios? En la Eucaristía, en la Palabra pero también en el Hermano.
Mateo cuando muere Jesús escribe que se rasgó el velo del templo, es lo que se llama el Sancto Sanctorum, el lugar más sagrado donde solo podían entrar los puros, los sumos sacerdotes solo podían entrar una vez al año, así Mateo quiere decir que se acabó, que Dios está en la historia, se ha roto lo profano y lo sagrado.
El hombre es sagrado, hay una dimensión de inhabitación de la persona, Jesús está en los hombres. Lc 24,5 “¿Por qué buscáis entre los muertos el que está vivo?
¿Y yo soy capaz de descubrirte en la historia Jesús?, ¿O solo soy capaz de descubrirte en la capilla? ¿Solo soy capaz de descubrirte haciendo oración?
Tenemos que avivar la fe para encontrar la presencia de Dios en la historia, para encontrarla en los demás, en los que nos rodean, en nuestros amigos, nuestros familiares, en nuestra pareja, hijos ...
·       Lc 1,11 “¿Qué hacéis ahí plantados mirando al cielo?”  Ahora os toca a vosotros. Es una dimensión misionera, es hora de que os arremanguéis porque sois los revelos.
Mc 16,19 “Después de hablarles, el Señor Jesús fue llevado al cielo y se sentó a la derecha del Padre” Ya les había dicho lo que les tenía que decir, el Espíritu Santo no nos dice cosas nuevas, sino que nos hace entrar en profundidad en lo que Jesús ya nos ha dicho, porque Jesús es la Palabra del Padre.
Jesús habló a pescadores, a pastores, a un mundo rural, porque así eran las personas en donde Él estaba, sin embargo Pablo es capaz de llevar el evangelio al mundo urbano, y así habla con griegos, con filósofos. Nosotros también tenemos que hacer lo mismo, tenemos que traducir el Evangelio al mundo que nos toca vivir.
Sentarse a la derecha del Padre quiere decir que ya ha vencido.
Mc 16,20 “Ellos se fueron a predicar por todas partes, y el Señor cooperaba” ¿Señor te fías de nosotros? Y no tiene ningún reparo en decir ahora os toca a vosotros. Poner vuestra inteligencia, vuestros dones, y ver como podemos llevar el Evangelio. Hay un cambio Jesús acompaña.
·       Lc 24,52 “Ellos se postraron ante Él y se volvieron a Jerusalén con mucha alegría, y estaban en el templo siempre bendiciendo a Dios” Los apóstoles del lugar de donde habían huido con mucho miedo ahora vuelven con mucha alegría. Vuelven a Jerusalén donde habían crucificado a Jesús. ¿Qué había cambiado? Habían cambiado ellos, porque en Jerusalén seguía estando Pilatos, seguía la persecución. Dios a Moisés en la zarza también le dice que vuelva al faraón, al lugar de donde había huido.
En la experiencia de la fe, Jesús no nos hace salir de la situación, nos hace volver, la situación no cambia, yo sí, y vivo la situación de otra manera.
Los discípulos hacen oración, antes de predicar oraban, es una Palabra alimentada.

Lecturas:
  • Mc. 16,19-20
  • Lc. 24,50-52
  • Hch. 1,1-11 

Canto: "No, yo no dejo la Tierra"

miércoles, 8 de mayo de 2013

María acoge la Palabra

Este tiempo post-pascual es muy rico, con una intensidad muy grande, y en medio de este tiempo entramos en el mes de mayo. El mes de María.
La devoción a María es muy importante porque es la experiencia de un pueblo que aclama a la Virgen, ya sea Virgen de los Desamparados, Pilar, Montserrat, Fuensanta, Rocío ... etc.
Pero lo importante es pasar de la devoción popular a la asimilación de la fe. Es decir, a mi relación con María, a mi relación con la madre de Jesús.
Cada año hacemos ofrendas, el paso de la Virgen. Pero, ¿esto lo asimilamos también personalmente?, ¿me hace más fiel a mi relación personal?, ¿me hace más fiel a los que me rodean?, ¿más fiel a mi pareja?

Cuando el Viernes Santo recibimos el don de la madre. Jn 19,27 “Ahí tienes a tu madre” Los discípulos también hicieron ese paso, la aceptan en su casa. Nosotros también podemos aceptarla en nuestra casa, como mi madre, y tener una relación familiar para acogerla como modelo.
Acoger a María como modelo de mujer. Ser mujer es un regalo de Dios, es tener algo que Dios nos ha regalado como una mayor sensibilidad.
Acoger a María como modelo para ser madre. Mirándola, ella nos puede enseñar tantas cosas de ser madre.
Acoger a María como discípula de Jesús.


Tenemos que bajar a María de los altares para que camine a nuestro lado porque María fue una mujer sencilla, que vivía en Nazaret, que cuido de Jesús cuando era niño, que cogía agua de la fuente. Que hacía tantas cosas como nosotras.

Dentro de la Biblia María habla poco pero hace mucho, es peregrina en la fe.

  • Anunciación: Lc 1,34 “¿Y cómo será esto?”. María era hebrea, poco se valoraban a las mujeres, que María dijera esto no era normal. Lc 1,38 “Hágase en mi según tu Palabra” no sea la Palabra que yo quiero, según yo pienso, María mujer de fe, se fía. Reconoce que la Palabra tiene que ser verdadera.
  • Magníficat: Lc 1, 45,56 “Proclama mi alma la grandeza del Señor ... ” Reconoce que Dios en ella ha hecho maravillas. El grande es Dios no ella. María acepta lo que es, un sencilla mujer de Galilea, lo que en ella hay es lo que Dios ha hecho, porque ella ha prestado su barro, su pequeñez y Dios ha hecho maravillas.
  • Bodas de Caná: Jn 2,5 “Haced lo que Él os diga” El protagonismo lo lleva Jesús no María. María ha visto como Dios es capaz de transformar la tristeza en alegría.
María vive de fe, practica de fe, puede pasar ciento por uno porque ha cimentado su vida de fe. Si no bajamos a María del altar y la ponemos a caminar a nuestro lado, cuando pase por un momento difícil de fe no acudiré a ella, cuando paso por un momento difícil en mi matrimonio, en mi vida yo no acudo a María. María estaba al pie de la cruz, y también está al pie de nuestras cruces.

  • Parentescos: Hay un momento en que Jesús está tan rodeado de gente que María no lo puede ver. Lc 8, 19-21: “Mi madre y mis hermanos son aquellos que escuchan la Palabra y la viven”. Esto lo pudo decir Jesús porque sabía que María cumplía la Palabra y la acogía. Por la escucha de la Palabra María se vuelve madre. Nosotros también podemos escuchar la Palabra.
María ayúdame a hacer el camino como tú lo haces, a escuchar la Palabra como lo hiciste, a hacer mi Magnificat.